Ayer se llevó a cabo el Vía-Crucis oficial de Cuaresma de la Agrupación de Cofradías de Fuengirola que este año ha protagonizado la Real Hermandad de Pasión. La salida, sin retrasos partió desde la Parroquia de San José.
La imagen de Nuestro Padre Jesús de Pasión presentó los estrenos que ya se venían anunciando: lució la nueva cruz de carey con la que nunca antes lo habíamos visto en las nuevas andas procesionales. Las potencias plateadas hacían contraste con la cruz, ambos de Orfebrería Montenegro. Más desapercibido pasó la nueva túnica lisa morada que llevó puesta el Señor.
El Vía-Crucis, que no duró mucho más de una hora, contó con bastante participación, pero no con una cantidad de público desmesurada, aunque lo suficiente en cuanto a este tipo de salidas cuaresmales en la ciudad.
El recorrido fue del gusto de la gran mayoría, con un sabor íntimo y añejo por calles del barrio de El Boquetillo. Destacado fue el paso por la calle Sevilla, donde recibió una petalada desde el balcón de un edificio totalmente engalanado para la ocasión. La recogida calle Murillo, aunque con algún contratiempo con los cables de luz, fue una estampa única vivida en la noche de ayer.
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