Al finalizar el pregón rociero de la hermandad del Rocío, tuvimos la oportunidad de mantener una conversación con la pregonera Virginia Gámez, en la que nos contestó a algunas preguntas que realizamos y por lo que le agradecemos su atención.
- ¿Qué ha supuesto para tí el pregón?
Es algo bastante grande porque hablar sobre los sentimientos es muy difícil, pero bueno he intentado hacerlo como intento hacerlo todo: con el corazón y con el alma, y espero que haya sido del agrado de todos mis hermanos y de todos los fuengiroleños.
- A los rocieros que no tienen la oportunidad de hacer el camino... ¿cómo le dirías "A qué huele el Rocío"?
Es una galimatía de olores impresionante y por un segundo huele a romero, por otro segundo huele a jara, por otro segundo huele a amapola... en fin, una diversidad de olores y de colores impresionante.
-¿Hay alguna anécdota curiosa sobre el camino que se te haya pasado en el pregón?
La anécdota que más me gusta es le que he contado en el pregón, que es la de mi carreta, que nadie apostaba por ella porque la carreta estaba hecha pedazos, pero bueno, como digo en el pregón con la fe y los amigos se llega a todas partes y entre todos con nuestro esfuerzo y nuestra Fe pues intentamos llevar la carreta adelante y, gracias a Dios, llegó al Rocío.
- ¿Describirías el Rocío con una sola palabra?
Magia.
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